Estados Unidos.- Expertos aseguran que el recuento de votos en tres de los estados clave de Estados Unidos no podrá cambiar el resultado de las elecciones del 8 de noviembre.
Para muchos opositores al republicano, se trata del último rayo de esperanza tal y como ha demostrado hasta ahora la líder del Partido Verde estadounidense, Jill Stein, quien solicitó el recuento de votos en tres de los estados clave.
Stein recaudó para el recuento de votos fondos por más de seis millones de dólares, mientras que en su campaña electoral tuvo que arreglárselas con unos escasos 3,5 millones de dólares. Este hecho demuestra que existe bastante interés de parte de los electores estadounidenses por apoyar esta iniciativa.
Si el nuevo recuento de votos en los estados de Wisconsin, Michigan y Pensilvania, arroja un resultado diferente al anunciado el 8 de noviembre, esto tendría consecuencias sobre la decisión del gremio de delegados (conforman colegios electorales) y Clinton sería definitivamente la primera mujer en ocupar la presidenta de Estados Unidos.
Otros partidarios del recuento, como Alex Halderman, catedrático de Informática en la Universidad de Michigan, expresaron sus dudas sobre la legitimidad de los resultados electorales.
Halderman manifestó que las urnas electrónicas podrían haber sido hackeadas en los estados clave. Mientras que otros científicos como Charles Stewart, del famoso Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), cuestionan estas afirmaciones.
En principio, el equipo de campaña electoral de la demócrata, luego de practicar un análisis electoral ,no consideró necesario exigir un nuevo recuento de los votos, como se divulgó en la página web “Medium”, pero Hillary Clinton se ha sumado a la iniciativa de Stein mientras que el gobierno de Obama, por su parte, expresó la semana pasada que no hay pruebas de fraude electoral y están convencidos de que el resultado electoral refleja “el deseo del pueblo estadounidense”.
A pesar de esta evaluación del presidente saliente, Joshua Douglas, catedrático de Derecho Electoral en la Universidad de Kentucky, cree que la posibilidad de que Clinton se convierta en presidenta es remota ya que el nuevo recuento no conducirá con toda probabilidad a que la demócrata gane en los estados en discordia.
El mayor aumento de votos, luego de un nuevo recuento tuvo lugar en el año 2000 cuando se le adjudicaron más de 1.200 votos a Al Gore en Florida, pero no fueron suficientes para ganar en dicho estado, y George W. Bush se convirtió en presidente.
Este último experto considera que Clinton necesitaría 10.000 votos más en Michigan, más de 68.000 en Pensilvania y más de 27.000 en Wisconsin para destronar al presidente electo.
Adicionalmente, en el caso de que Clinton le ganará a Trump, el Congreso tendría que confirmar el resultado y hasta el momento no ha habido ningún caso que haya sentado precedente.
source http://segundoenfoque.com/nuevo-recuento-no-destronara-a-trump-29-297514/
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