Rosario.- River perdió otra vez de visitante y Batalla fue figura. Sin ideas, la cantidad de puntos y el bajo nivel de juego post Suruga son alarmantes. Más que nunca el objetivo es la Copa Argentina.
11 de agosto de 2015. El equipo de Gallardo aplasta por 3 a 0 al Gamba Osaka, 6 días después de coronarse campeón de la Libertadores, y se consagra ganador de la Copa Suruga Bank. Muchos anticiparon la dificultosa recuperación de ese viaje y el famoso jet lag, pocos que tardaría, al menos, casi un año y medio.
36 partidos jugó, después de esa alegría, por torneos locales: 11 ganados, 11 empatados, 14 perdidos. El segundo semestre de 2015, mareado tras tantas vueltas, sólo logró enfocarse en el Mundial de Clubes de diciembre. La utopía de ganarle al Barcelona no se cumplió, la imaginable renovación del plantel campeón sí.
A partir de ahí, tuvo algunos destellos, pero nunca recuperó la solvencia y regularidad. La primera mitad del 2016 fue lo peor del equipo desde que el Muñeco está al frente. La segunda, comenzó de forma auspiciosa con triunfos en Copa Argentina y una gran función en el Monumental frente a Banfield. Sólo destellos.
Contra Newell’s, con un tercio del torneo local cumplido, River quedó a 10 de Estudiantes. Parece oportuno que se haga un balance parcial y yendo de lo general a lo particular el sistema es el primer apuntado. El 4-2-2-2 no da para más. En un momento de confusión el esquema no aporta a conformar un equipo lógico. Y cuando los volantes están imprecisos como en Rosario se nota más. Sin embargo, el armado del plantel indica que difícilmente cambie antes del próximo mercado de pases. Por caso, Mayada es el único “8” natural y actualmente tapa huecos en defensa.
Batalla en Rosario, al igual que en los últimos partidos, pagó con creces el respaldo del entrenador, que desde el último partido del torneo pasado lo anunció como titular. Como dijo el propio Gallardo “Newell’s nos ganó porque existió ese penal (NdR: que no fue), pero sino nos podía haber ganado por otras cosas”; sin embargo si eso no sucedió es porque una y otra vez se encontró con la seguridad de Augusto debajo de los tres palos. Un pleno del DT.
La última línea hace imposible olvidar la de Mercado-Maidana-Funes Mori-Vangioni y, más aún, cuando el líder de la misma es Arturo Mina que, una vez apagados los primeros flashes de su llegada, demuestra sus falencias en cada encuentro. La improvisada zona izquierda de la defensa contó hoy con un buen debut de Lucas Martínez Quarta y un cumplidor Camilo Mayada, a pesar del cambio de perfil. De todos modos, entre los cuatro defensores, no lograron demostrar solidez.
El mediocampo es el que más ruido hace en cuanto a su disposición. Tres zurdos, dos de ellos volcados a la derecha, el clásico “10” disfrazado de “8”. El fútbol argentino lamenta no tener enganches y River, que los tiene, no los aprovecha. Evidentemente la banda no es la zona de confort de D’Alessandro y el equipo termina sin ser claro tanto por afuera como por adentro, una vez que rápidamente los rivales detectaron el peligro que podía generar Moreira por sorpresa.
La delantera: una de cal y otra de arena. Driussi es, claramente, el otro pleno del entrenador que contra el rojinegro no engranó. De volante suplente a punto de marcharse a préstamo, a delantero titular y goleador del campeonato. Alario, por el contrario, pasó de figura a estar aislado del equipo. Por errores propios y colectivos el Pipa sigue lejos de su mejor versión y demuestra su preocupación cada semana.
Más allá de haber tenido uno de sus peores partidos, River hoy puede tener una tranquilidad. Gallardo, el padre de la criatura, responsable de los éxitos y también del bajo nivel del último tiempo, es autocrítico y reconoce que “no estamos teniendo regularidad, hoy nos superaron y hay que ser realistas. No jugamos un buen partido”.
En lo que queda de esta parte del campeonato, el equipo debe intentar no quedar más lejos de Estudiantes para mantenerse al menos expectante en 2017. Sin lugar a dudas, lo único que por ahora mantiene del original River del Muñeco es que huele sangre en cada definición mano a mano. Por eso, la semana próxima pasará Huracán para luego jugar con la ilusión de demostrarle al Lobo, por Copa Argentina, que la piel de cordero es sólo un disfraz para llegar a ese momento.
source http://segundoenfoque.com/con-piel-de-cordero-45-293794/
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