México.- La embestida que se ha podido visualizar contra la libertad de prensa ha unido muy tristemente a México y Turquía.
Amenazar firmemente al periodista, retenerlo, encarcelarlo, incitarle a la autocensura, colgarle la etiqueta de “terrorista” y obligarle al exilio son técnicas habituales empleadas por los países que desprecian la libertad de expresión. Turquía las aplica de manera ejemplar para apagar la voz de los medios de comunicación críticos. El acosamiento del Gobierno de Erdogan a cualquier opositor ha sido continua desde el intento de golpe de Estado de hace un año.
Los constantes abusos cometidos contra la libertad de prensa alcanzan cotas espectaculares: de un plumazo, se han cerrado dos centenares de medios y los periodistas independientes ven impotentes cómo les son retiradas las acreditaciones para ejercer la profesión, cómo se les anula el pasaporte sin una justificación o cómo les son confiscados sus bienes.
En lo que respecta al golpe contra la libertad de prensa, Turquía se ha hermanado tristemente con México. En el país latinoamericano, los periodistas son secuestrados, torturados y acribillados a balazos. Iniciando este 2017, las bandas de narcotraficantes, los paramilitares o los sicarios han asesinado a nueve comunicadores. La disparidad hacia el oficio alcanza también niveles insospechados. Las organizaciones dedicadas a promover y defender el derecho a la libertad de expresión no dan abasto. Suponen que cada 15 horas es agredido un informador mexicano.
México resulta ser el primer país del mundo no envuelto en un conflicto armado (como es el caso de Siria y Afganistán) en el que más periodistas mueren violentamente en el ejercicio de su profesión. Un oficio arriesgado, como demuestra el hecho de que desde el año 2000 más de un centenar han sido víctimas de la violencia infinita. Veracruz, donde trabajaba, hasta que fue balaceado la semana pasada, el veterano reportero Cándido Ríos (la novena víctima mortal en lo que va de año), es un Estado especialmente letal.
Aproximadamente el 90% de los casos, estos crímenes siguen sin ser castigados, lo que multiplica el dramatismo y la sensación de impunidad. El miedo se ha apoderado de todo un colectivo. Y, según la organización Artículo 19, que vela por la libertad de prensa, el MIEDO (Medios, Impunidad, Estado, Democracia, Opacidad) es lo que define el estado de la sociedad. Los periodistas mexicanos han solicitado al Gobierno más medios y recursos para garantizar su seguridad, pero la espiral de sangre y violencia se antoja inabarcable.
source http://segundoenfoque.com/mexico-turquia-se-convirtieron-en-eje-peligroso-para-periodismo-24-377298/
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