La película “El Amparo”, de Rober Calzadilla, compite en Festival de cine venezolano de Mérida, que concluye este miércoles.
Con el filme “El Amparo”, el cineasta Rober Calzadilla solo estaba interesado en hacer un largometraje dirigido a los venezolanos, que además rindiera homenaje a los dos sobrevivientes de la masacre que tuvo lugar en esta localidad apureña, el 29 de octubre de 1988.
En esa situación fueron asesinados 14 pescadores por funcionarios policiales y militares del Comando Específico “José Antonio Páez” (Cejap), durante el gobierno de Jaime Lusinchi. Sin esperarlo, el director consiguió ganar premios internacionales del público y un preestreno nacional en la decimotercera edición del Festival de Cine Venezolano, que se celebra hasta hoy en la ciudad de Mérida.
“Crecí con la imagen en la prensa de las únicas dos personas que se salvaron de este terrible hecho”, confesó el realizador. “Mi única intención fue alzar su voz y decirle a la gente que este es un crimen que sigue latente y que el Estado venezolano continúa teniendo una deuda con los habitantes de ese pueblo. Nunca tuve en mente que se convirtiera en una producción galardonada, sobre todo porque es una obra con diálogos tan locales, que quien no sea de allí no la entiende a la perfección”.
Luego de haber estudiado de manera detallada el caso, Calzadilla puso manos a la obra. Para el guión tuvo el apoyo de la dramaturga Karin Valecillos, quien convirtió el hecho en una obra de teatro que llevó por nombre 29-10-88. “Cuando vi el montaje le dije a Karin que eso era una película. Estaba convencido de que podía llevarlo al cine, y no esperé más tiempo”, explica el cineasta monaguense.
De esta manera, el director de cine desarrolló esta versión libre de los acontecimientos para la que solo mantuvo los nombres de José Augusto Arias y Wolmer Gregorio Pinilla, quienes lograron salvarse del acontecimiento y a los que consideró los verdaderos protagonistas. “Los invité a participar en el rodaje con varios cameos y se divirtieron muchísimo”, cuenta Calzadilla. “De hecho, siempre aconsejaban a los actores que dieron vida a sus personajes sobre actitudes y gestos, para que el resultado fuera mucho más convincente. En cuanto al resto de la población, quedaron muy satisfechos por lo logrado”.
El cineasta no teme a posibles problemas legales, pues aclara desde el inicio que es su “punto de vista libre” y cuenta con el apoyo de los habitantes de la localidad.
source http://segundoenfoque.com/el-amparo-una-historica-masacre-convertida-en-ficcion-13-357487/
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