El Tabú de los Lunáticos: “Somos una familia”

El cuarteto oriundo de González Catan se presentó junto a bandas el pasado fin de semana. Además de un cálido y solidario show, brindaron una entrevista para Segundo Enfoque.

La Matanza.- La banda de rock “El Tabú de los Lunáticos” se presentó el fin de semana en el bar El Niño de González Catan con el fin de recaudar alimentos y ropa para el grupo solidario “Bahia Solidaria”, junto a las bandas “Hola Yo” y “Pura Vida”, oriundas también de la zona oeste del conurbano bonaerense.

El show apto para todo público fue concurrido y durante la noche las tres bandas generaron un clima festivo con temas propios y covers de rock nacional, los que además fueron aplaudidos por sus familiares y seguidores presentes en el bar de estilo vintage.

La banda principal es la que da cierre a las presentaciones, en este caso fue “El Tabú de los Lunáticos” que desde principios del año 2013 son fieles a su estilo con influencia de metal, punk y bandas que van desde Patricio Rey y sus redonditos de ricota a Pink Floyd y Soda Stereo, y cantautores como Charly García y Luis Spinetta.

El grupo ya tiene su primer material discrográfico: un EP titulado “La suerte esta echada”. Además, en el último tiempo llevaron por primera vez sus canciones a radios am y fm.

El grupo está integrado por Alejandro Lange (voz y armónica), William “Flay” Descarrega (guitarra), Lautaro Medina (batería) y Leandro Flores (bajo), quienes ya tienen su primer material discográfico grabado en estudio: un EP de seis temas titulado “La suerte esta echada”.  Además, en el último tiempo llevaron por primera vez sus canciones a radios am y fm.

Durante la prueba de sonido previa al inicio del show, se dio una charla amena en la que contaron que sus inicios como banda se dieron entre episodios confusos, incertidumbres y peleas entre “chicos inexpertos en aquel entonces”, pero siempre con objetivos constructivos a fin de darle forma a ese proyecto nacido un 14 de febrero de 2013.

“Recuerdo nuestras peleas, en aquel entonces había otro cantante, otro bajista, y decidí escribirle un mensaje a William (guitarrista) para juntarnos y charlar. Yo tenia como una nostalgia por todo lo que había pasado, así que le envié un mensaje y charlamos de todo cara a cara. Ese mismo lunes la banda tuvo una nueva formación en la que quede como cantante y traje a un amigo bajista que se sumo”, inicio Alejandro Lange (voz).

A esa primera parte de la historia, William Descarrega añadió que “la banda había vuelto pensando en grande, en grabar un disco”, que comenzó a producirse y grabarse en el estudio de un amigo que tenían en común mientras seguían haciendo presentaciones en bares del partido de La Matanza. Para su segundo aniversario ya eran una banda con “mucha gente atrás que se sabia la letra de las canciones y se movilizaba con nosotros”.

“Para los dos años de la banda hicimos un show a lo grande presentando un disco que no pudimos presentar por problemas técnicos. Fuimos al viejo Rucalaf, era muy grande, ahí llegaron a tocar Las manos de Filippi para que te des una idea. Metimos 150 personas mas o menos, fue la fecha mas grande que hicimos”, contó con añoranza Alejandro.

En ese primer relato, contaron que se sentían “fuera de si, fue mucho trabajo atrás y había mucha gente y mucho entusiasmo. Hasta el día anterior estábamos grabando, no dormimos. Cuando llegamos y vimos la gente que venía por nosotros no lo podíamos creer, preguntábamos a todos y venían por nosotros, estábamos como dormidos”.

-¿Cuáles fueron según ustedes las mejores fechas?
Ale: -Es todo subjetivo eso, por mi parte la primera en “La bohemia” en la que fue mucha gente a vernos, la de “Rucalaf” fue un trabajo enorme de todos no solo de “el tabú” sino de toda la gente que nos rodeaba, nuestros más cercanos amigos Lucho, Daiana, Elias con los equipos, que nos ayudó a organizar, la misma gente hasta corriendo el telón, esa para mi fue la mejor. Una fecha que no fue nadie de nuestro entorno, pero la gente de otras bandas empezó a saltar por nosotros porque les gustaba lo que hacíamos.

-Hay un cambio en la gente que los sigue, una evolución se podría decir, ¿como lo notan desde el escenario?
William: -Lo veo como algo muy increíble, muy hermoso, sentir que corean el nombre de tu banda con algún reef que inventaste en tu casa después de un ensayo o durante, como “Fanático” (N. de E.: cancion de su propia autoria), el crecimiento de la gente viene con el crecimiento de la banda, con nuestras peleas y mambos la gente misma se va sumando. Y viene público conocido y no tanto, las caras mas habituales y la gente de otras bandas. Hubo veces que nos pedían fotos, autógrafos, nos venían a saludar. En ese momento te sentís fuera de vos, es raro, es como que esta persona viene a pedirte un autógrafo que parece un gancho dibujado y para esa persona es mucho.

– ¿Se juntan mucho en ensayos? ¿Cómo es organizar un ensayo? Si surgen nuevas ideas, ¿como llegan a desarrollar los temas?
Lautaro (baterista): -A veces William me manda audios y vuelo en mi cabeza a ver que puedo volcar en el ensayo, y después en el ensayo tratamos de grabarlos sino se pierden.

William: -Estas todo el tiempo formando ideas. Hemos imaginado teclados inexistentes y llegamos a tal grado de inmersidad que llegamos a sentir cosas que ahí no están, guitaras u otras cosas. Imaginamos como quedarían los temas habiendo arreglos o suponiendo que pasaría si hay otro instrumento.

-¿Cómo eligen hacer los covers?
A esta pregunta respondieron al unísono y entre bromas “que el cantante se sepa y aprenda las letras”
W: -Los vengo eligiendo yo, pero me gustaría que los elijan ellos también.
Ale: -Es el “dictador del cover”
W: -Pero los que hacemos quedan geniales
Ale: -El tiene sus preferencias…
(risas)

-¿Cómo viven y ven el crecimiento de ustedes como banda y en lo personal?
Ale: – El crecimiento no lo veo por separado, es un crecimiento en conjunto. La sociedad no es individual, es un conjunto, estamos inmersos en la sociedad como banda. La banda me saca de un montón de cosas malas, podemos estar un sábado juntos hasta el domingo. Y ellos me hacen sentir acompañado. Eso hace que la banda crezca.
William: –Para mi es algo casi esencial, es una hermosa forma en la que nosotros ponemos todo lo que fue mal en la semana. A veces nos sentimos muy mal en un lugar donde yo por lo menos aprendo a convivir con otras personas que no me bancan, y este es un lugar donde siento que puedo ser yo, con todo lo malo y lo bueno, sin caretas, sin anteojos, sin disimular algo, soy así y con todo lo que conlleva, tratar de mejorar los puntos positivos y los negativos.

Leandro (bajista): -Tanto de la banda como lo personal es un crecimiento constante, discutir es un crecimiento el hecho de aceptar la idea del otro. En un ensayo nos arrancamos los pelos y seguimos. En lo personal yo creo que tanto el tiempo con ellos nos sirve mucho para obligarnos a conocernos un poco más, por ejemplo a no encasillaros en un solo estilo, tratar de usar los que no frecuentamos… No sabría que más decir. Respecto a los chicos me encanta cada vez que nos juntamos a “zapar”, cada uno de esos momentos es algo que lo disfruto. Se disfruta toda la gente que se conoce, gente copada, que te entiende la idea que llegamos a tener en la cabeza, creo que hay tanta gente loca como nosotros.

Lautaro: -El crecimiento es en grupo, personal mucho no creo que crezca de altura (jaja). Si no nos hubiésemos juntado no se que sería de mi. Seguro seguiría en la batería pero no sería tan bueno como ahora, que fue gracias al tabú. En lo personal sigo siendo el mismo.

Concluyeron que al final, el “crecimiento es personal y a nivel banda es donde todos nos llegamos a conocer y conocer lo que nos gusta, lo que no nos gusta y a respetarnos porque cada casa es un mundo. Hacer música y formar una familia como decimos siempre: somos una familia. Y que ese sea el título”.

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