¿Puede existir un país con una moneda sin valor? La historia de Somalía está signada por ello. Pero detrás de esta desorganización monetaria hay una región castigada por una hambruna feroz y una guerra civil infinita.
Al día de hoy, Somalía está soportando la peor sequía de las últimas dos décadas. Tan grave es la situación que estiman un saldo de mortalidad aún mayor que el de hace 6 años, donde la hambruna mató aproximadamente 260.000 personas.
Valijas con dinero y hambre
El país africano podría ser un mundo imaginario en una novela dramática, pero es la realidad de un mundo hostil. “Los piratas somalíes con ametralladoras”, me dice un amigo cuando le nombro la región. Pero también es el lugar de los billetes falsos.
Por Mogadiscio circulan plata falsa y sin valor. Los papeles emanan olor y se rompen con facilidad, se desintegran entre los dedos. Allí, un dólar son 22.000 chelines somalíes.
En Mogadiscio, su capital, los edificios son esqueletos: tienen las bigas vestidas de concreto y con enormes agujeros que develan que adentro no hay nada. La guerra civil devastó el lugar. Por esas calles, sin embargo, hay hombres y mujeres que se pasean con valijas repletas de dinero.
El Banco Central hace 25 años que no emite un sólo billete. Por Mogadiscio circulan plata falsa y sin valor. Los papeles emanan olor y se rompen con facilidad, se desintegran entre los dedos. Allí, un dólar son 22.000 chelines somalíes. Los ciudadanos, agobiados por el hambre y quemados por la sequía, cambian innumerable cantidad de billetes sin valor por algo de pan.
Agonía perpetua
Hasta 1991, el General de molde comunista Siad Barré presidia al país. Cuando fue derrocado, las instituciones de Somalía dejaron de funcionar. El país quedó institucionalmente estéril. Desde la década del ’90 hasta hoy, varias regiones se declararon autónomas.
También tomaron fuerza los clanes, que se disputaban el territorio con guerras civiles feroces. El poder del Estado, como la teoría marxista lo llamaría, no era de nadie. Ese Estado no existe. Al día de hoy, lo denominan como fallido.
Somalía también es el lugar de “señores de la guerra” y grupos de mercenarios occidentales. La plataforma para el caos es propicia. Dentro de esta realidad también conviven las diferencias étnicas. Los habitantes de Mogadiscio viven los segundos de su vida en un limbo. No hay nada inhumano en el contexto somalí, todo deviene del humanismo del hombre.
El país de los billetes falsos es también el de la desnutrición, la muerte, la guerra, la pobreza, los piratas y la sequía. En Somalía la agonía es perpetua porque no se puede frenar su escalada de decadencia, pero también porque nadie quiere. Si el mundo ha errado su camino, este es uno de sus resultados.
source http://segundoenfoque.com/somalia-el-pais-de-los-billetes-falsos-37-339707/
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