Sobrina de Cerati se opone a cambiar el nombre del Centro Cultural Kirchner

La sobrina del artista publicó una carta en Facebook mostrando las razones para oponerse a la iniciativa.

Valentina Cañeque, sobrina del fallecido músico, entró en la polémica por la iniciativa que anda rondando en las redes en donde un usuario de la página Change.org pide el cambio del nombre del Centro Cultural Kirchner. Pese a que la idea ha tenido un buen recibimiento por parte de los fanáticos del artista —lleva más de 24 mil firmas—, la muchacha se mostró contraria y dio a entender que la iniciativa es parte de una manipulación del actual gobierno, para borrar el legado del Kirchnerismo en el país. 

En un fragmento de su comunicado, expresa: “La miseria planificada y la mentira organizada que cada día pretenden hacernos creer, no tiene límites. Y la persona que hoy no quiera verlo se encuentra sin dudas en el lugar en el que nunca quisiera estar y que jamás elegiría como argentina”, aseguró Valentina Cañeque por medio de su cuenta de Facebook, donde publicó una carta en contra de la petición.

“Ahora el señor Presidente, que no se cansa ni un ratito de pensar en él y en su círculo de legendarios opresores y escritores de una historia que nada tiene que ver con la realidad, pretende, entre otras cosas, cambiar el nombre del Centro Cultural Kirchner por el de Gustavo Cerati ¿Con qué derecho? ¿Con qué cara? No hablo como familiar, no hablo como kirchnerista, ni como periodista, hablo como argentina y como amante de mi país y desde mi fuerte convicción”, dice otro fragmento.

Aunque el artífice de la iniciativa, Emiliano Saboredo, alegara que sus razones se deben a que para él la música representa más lo cultural que la política que es corrupta, genera divisiones y demás. No fue suficiente para convencer a Valentina que, para concluir su carta, se dirigió a los fanáticos y personas que firmaron el petitorio advirtiendo: “pensalo dos veces o más. No mezclemos la magia y el amor del inmenso arte de Gus con la suciedad de esta gente. Depende de cada uno de nosotros hasta dónde dejemos avanzar este aparato monstruoso”. 

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