Sunday, 30 October 2016

El bueno, el malo y el feo

Sarandí.- Sin ser un spaghetti western como el del año ’66, el último Arsenal-River, compartió algunas zonas desérticas en las tribunas y tres protagonistas con las mismas características: Driussi, Baliño y el planteo final de River fueron las claves del partido.

Que Gallardo patea el tablero, que se prepara para Estudiantes, que al último le tiene que ganar igual. La mañana del domingo comenzó con la novedad de que el entrenador de River le daría descanso a Moreira, Ponzio y Driussi para enfrentar a Arsenal, que buscaría su primera victoria en el torneo.

Sin embargo, como en sus épocas de jugador, lo del Muñeco fue un amague. ¿Para qué guardar jugadores si, de perder hoy, el Pincha quedaría muy lejos en la próxima fecha? Por eso, Gallardo puso lo mejor que tenía a disposición, que a partir de las últimas lesiones no es tanto, contra el modesto elenco de Rondina.

La película comenzó a rodar a las 20hs. en un escenario similar al del film protagonizado por Clint Eastwood, por decisión de la dirigencia millonaria, que decidió no vender las entradas para su público por temor a una nueva interna de la barra.

Y el primer protagonista, para alivio de Gallardo, apareció a la media hora. Driussi, como durante toda esta temporada, siempre Driussi. El bueno de Sebastián sigue mostrando por qué para el director (técnico) ya no es un actor de reparto. Tras un buen centro de Mora, que se tomó un segundo para pensar, conectó su séptimo gol en 8 fechas.

A partir de la confianza depositada en Batalla, el Pity y el propio Driussi, River empezó a crecer luego de los primeros embates del equipo de Sarandí. Así llegó la maravilla de Martínez al comienzo del segundo tiempo. El Pity, al cual se le critican muchas de sus decisiones, pinchó la pelota desde el borde del área para ponerla por encima de Pellegrino. Vaselina y sonrisa en la cara del DT.

Con el 2 a 0 y un Arsenal paradójicamente sin municiones, la película parecía tener un final feliz para el club de Núñez, hasta que apareció el malo. Baliño, demostrando falta de tacto y entendimiento del juego, echó a Montiel, al cual había amonestado a los 3 minutos. Sin causa ni prontuario, por ser sus primeros partidos en primera, el pibe se retiró al borde del puchero.

A partir de ahí River fue una lágrima. Para colmo de males aparecieron los lesionados que se acumulan en las enfermerías de Ezeiza y el Monumental en las últimas semanas. Casco y el Pity, que le competía a Driussi el rol del bueno, se sumaron a los demás caídos: Nacho Fernández, D’Alessandro, Maidana, Rossi y Lollo.

Y el feo cobró protagonismo. River se metió atrás y expuso el mal armado de su plantel. Mayada, Mina, Ponzio, Moreira; Mora, Domingo, Arzura, Driussi; Alonso. De los 9 jugadores de campo sólo el ecuatoriano y los volantes centrales suplentes (la cuarta y quinta opción en esa posición) terminaron en sus puestos habituales.

Sin necesidad de hacer futurología todos sabíamos que las cosas no podían terminar bien. Boghossián disparó la primera bala de la banda de Rondina y Bottinelli -¡con un voleazo de derecha!- metió la estocada final para sellar la igualdad.

“Nos vienen pasando cosas increíbles” lamentó Gallardo sobre el final del partido. Pareció no incluir a la definición del central ex-River en esa categoría, sino todos los fantasmas que se le deben haber aparecido al Muñeco cuando tuvo que formar esa defensa, mientras Vega calienta el banco de Newell’s, Barboza lo emboca cuando lo enfrenta y Lollo seguirá por largo tiempo sin estar disponible.

Como bien sabe hacerlo, el Muñeco deberá calzarse la pilcha de director para poder armar un equipo de cara al choque con el puntero el próximo sábado. Sin defensores, volantes titulares, cancha (se jugará en Huracán) y a 7 puntos  de Estudiantes, River tendrá que pinchar al equipo de Vivas para no revivir la película -de terror- del último torneo.



source http://segundoenfoque.com/el-bueno-el-malo-y-el-feo-28-285858/

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