Halloween, fiesta y tradición

Detrás de la ola de películas de terror y fiestas se disfraces, se encuentra una festividad religiosa muy antigua celebrada en honor de los muertos. 

Se termina octubre, como siempre, con Freddy Krueger en televisión, El extraño mundo de Jack en Disney Channel, y montones de películas de horror estrenadas en el cine. Con tanto marketing alrededor y  la enorme influencia de Hollywood y Estados Unidos en el mundo, pocos conocen el verdadero origen de esta celebración, que nació hace más de tres mil años en los pueblos celtas. Tiene su origen en el Samhain celta, que significa “fin del verano”, y luego se mezcló también con el católico “Día de todos los santos” celebrado el 1 de noviembre. Aunque el 31 de octubre se conoce tradicionalmente como “Noche de brujas”,  la traducción literal de Halloween, que es una contracción de All Hallows Eve, significa “víspera de todos los santos”. 

Los celtas creían que ese día la línea divisoria entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos se estrechaba y, entonces, los espíritus buenos y malos podían volver a la tierra; mientras que las familias intentaban comunicarse con sus antepasados y honrarlos con cenas y celebraciones, los espíritus malévolos debían ser alejados. Se cree que la tradición de usar disfraces comenzó como un modo de espantar a los entes indeseados.

Aunque se asocia esta celebración a Estados Unidos, la costumbre llegó a ese país recién en 1840 con la inmigración irlandesa durante la gran hambruna, y fue verdaderamente popularizada en 1921. La fiesta tal como la conocemos actualmente comenzó su expansión entre 1970 y 1980 debido al estreno de Halloween, de John Carpenter, en 1978, y la posterior viralización de secuelas e imitaciones. En todos los países, con diferentes nombres y tradiciones, se celebra lo mismo: la cercanía del mundo de los vivos y el mundo de los muertos. En Latinoamérica se celebra de diferentes maneras según la tradición de cada país, y la fiesta importada de Estados Unidos es simplemente una excusa para hacer fiestas de disfraces y ver maratones de películas y series de terror. 

Las famosas calabazas talladas que vemos en las películas, y sus imitaciones en plástico que vemos en kioscos y cotillones, tienen su origen en Jack, el tacaño, posteriormente conocido como Jack O’Lantern. Según la leyenda irlandesa, Jack era un hombre cuya fama de maligno llegó a oídos del diablo, quien se acercó a él para comprobar si realmente tenía un verdadero rival en la tierra. Tras comprobar que el alma de Jack era tan negra como se rumoreaba, el diablo intentó llevárselo al infierno para que pague por sus pecados, pero Jack lo engañó y el diablo se convirtió en una moneda que el tacaño guardó en su bolsillo junto a un crucifijo de plata para que no pudiera salir. El diablo volvió a buscarlo luego de un año, y Jack logró engañarlo otra vez y además le puso la condición de nunca reclamar su alma para el inframundo. Cuando el malvado personaje murió, San Pedro no lo dejó entrar al cielo pero, debido a su trato con el diablo, tampoco podía entrar al infierno y fue condenado a vagar por la tierra. Enojado, el diablo además le arrojó ascuas de fuego, que el viejo atrapó con un nabo hueco, y así consiguió su improvisada linterna que le dio el nombre de “Jack, el de la linterna”. Actualmente, se utilizan calabazas con velas en su interior para iluminar el camino de los muertos, y se les tallan feas caras para espantar a Jack.

“Truco o trato” dicen los niños de las películas, y su frase también se la deben al malvado espíritu de Jack O’Lantern. Según el relato popular, Jack y otros espíritus malignos vagaban por las aldeas ofreciendo truco o trato, y siempre era mejor hacer trato sin importar el costo, ya que el “truco” consistía en maldecir el hogar para causar toda clase de infortunios a sus habitantes. En la actualidad, la frase derivó en “dulce o travesura”, y los niños van por las casas pidiendo golosinas; si se las dan, se considera que aceptaron el “trato”, y si no se las dan, le hacen alguna travesura.

Debido a una antigua creencia nacida durante la Edad Media con la Sagrada Inquisición, que luchaba por erradicar las tradiciones que ellos consideraban paganas, muchas corrientes religiosas asocian esta fecha con rituales satánicos y la adoración del diablo. Como se puede ver en la historia de la festividad, sus orígenes difieren notablemente de esta creencia y, además, en la actualidad, se considera como una fiesta para la diversión de niños y adultos por igual. 

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