MoWeek: Lo mejor pasa el Domingo

Domingo, 14:30 horas, un día tórrido y de viento, muy primaveral. Mi amiga Cecilia y yo vamos en su auto de color blanco hacia un lugar lejano, para muchos, en la ciudad, como lo es el Parque de Exposiciones del LATU. Estabamos llegando tarde, pero relajados, actualizando nuestras vidas el uno al otro mientras transitamos una avenida donde los autos se acomodaban en un orden tal que te hace acordar que todo en esta vida está programado. Ubicado casi en el límite departamental de Montevideo y Canelones, el LATU por fuera tiene el aspecto de un frío montón de cajas de oficina gigantes, esparcidas en el espacio de césped que queda entre un shopping y casas palaciegas.

Lo que nos lleva hasta ahí es la 13ª edición de Itaú MoWeek, o Semana de la Moda de Montevideo (como me gusta decirle). Es el evento más grande de moda en el Uruguay, se lo ah ganado a pulmón. Lo producen La Rural (empresa argentina parte del grupo que organiza la semana de la moda del país vecino) y la agencia uruguaya Milk AD. Se realiza dos veces al año para cubrir el corte entre temporadas de la moda global, tanto en el mes de abril como en octubre y este año específicamente el 21, 22 y 23 de octubre, siempre en el lugar ya mencionado. Se creó con la finalidad de ser una ventana hacia la creciente industria de la moda en Uruguay para las masas, ayudando a difundir tanto a diseñadores independientes como a marcas. Se compone de una cuidada grilla de desfiles esparcidos en los días que dura el evento, junto con un gran salón donde exponen un sinfín de showrooms para que los visitantes puedan comprar lo último en tendencias para la temporada. Es la plataforma ideal para darle vida a tu negocio de moda, tanto que es hasta obligatorio estar ahí.

Luego de estacionar, ella saco su cámara Nikon d7200 y será mi fotógrafa en este lugar. La explanada de piedra, luego de pasar la reja, estaba llena de foodtrucks (una forma globalizada de decir “carro de comida”) de oferta variada: hamburguesas, crepes, infusiones y demás. Extrañamente el lugar parecía estar vacío, pocas personas comian y menos entraban al evento. Supuse que era demasiado temprano, justo este horario en este día a los uruguayos les da más por hacer sobremesa que ir a cualquier lugar.

Adentro, en el salón llamado Los Robles, encontré bastante más gente, la mayoría agitados en pleno proceso de compra tarjetera; otros recorriendo y charlando en grupo. Recorrí los primeros stands donde se encuentra una diseñadora independiente, Margo Baridón. Esta temporada lanzó “Flair” inspirada en la obra de la escritora, artista y editora Fleur Cowles. Como dice en su cuenta de Facebook: “El puntapié entonces fueron las siluetas hiper femeninas de los cincuenta buscando la reinterpretación a través de materiales nuevos.” . Sigue la tendencia off-shoulders, agregándole volados en mangas de capas grandes, ademas de imponer mangas obispo 3/4 gigantes con guiños deportivos. Los colores van desde el rosa, celeste, negro, blanco hasta tonos de verde seco y caqui. Es toda una muestra de que el diseño de autor puede tener actitud y creatividad.

Mientras estaba viendo las prendas de Baridón una chica se acercó a mi preguntándome de qué medio era para luego introducirme su marca conocida como Bamba. Es un emprendimiento nuevo muy especial, ya que basa toda su producción en formas sustentables, por ejemplo en el uso de algodón Pima orgánico. No es un dato menor ya que es necesario revertir el proceso de contaminación de la industria textil. Se presentaron en el desfile de Dinapyme con una colección de bañadores coloridos y estampados con obras abstractas de Juanito Conte, artista salteño que actualmente vive en Montevideo.

Margo Baridón. Foto: Cecilia Nicora

Parte de la de colección de Bamba. Foto @Cecilia Nicora

Bañador de Bamba con estampado de Juanito Conte. Foto @Cecilia Nicora

Continuando con la vuelta, me enfrente con Rotunda, que aglutina la mayor cantidad de gente que le permite su espacio, bastante grande de por sí. Sus vestidos y zapatos vuelan de las estanterías. Pase el siguiente umbral y me tope con una especie de “central de belleza”, con todo un equipo de maquilladores preparados para embellecer a los que pasaran a verlos. A un costado, Black & Liberty, otro con espacio grande, con su línea de apparel con estrellas y constelaciones bordadas junto con todos los jeans de la marca.

Black & Liberty. Foto: @Cecilia Nicora

Showroom de Rotunda al tope. Foto: @Cecilia Nicora

Directora creativa y diseñadora de Rotunda en pleno trabajo. Foto: @Cecilia Nicora

A la Semana de la Moda de Montevideo esta vez entré con un pase de prensa, buena oportunidad para ver los desfiles más de cerca en la front row, o de sentarme en los cómodos asientos a la derecha de la pasarela. Cuando entré a ver el desfile de Monaqueda apoyado por Purederm, me picó la comodidad y terminé en ese sector. Saludo a Tatiana, bloguera de moda que conozco y enseguida Debbi Goldfarb, asesora de imagen reconocida, levantó su pierna derecha para mostrarle a su amiga, sentada cerca mío, unos stilettos rojos que compró en Aldo Shoes. Captó mi atención una especie de humo que salia de unas vasijas, rodeadas por hojas, puestas en fila en ambos bordes de la pasarela de cuadrícula blanca. Eran perfumadores, de esos que se usan en las academias de yoga. En la entrada de prensa se encontraba en plena tarea de ordenar a las personas en sus asientos la directora de Moweek, Sofia Inciarte, una chica de más o menos mi edad. Las gradas se llenaron de gente hasta el tope, en dos paneles blancos al costado de la pasarela se proyectaron publicidad de diferentes anunciantes y colaboradores. El desfile comenzó, música ambient se apoderó del espacio al paso de una modelo con un vestido trapecio de color durazno, con cuello blanco de solapas bordadas con rosas rojas. En sus pómulos se veían mascarillas, como un ingenioso guiño que crecería con la aparición de una tercera modelo con una mascarilla de cara completa, como salida de “La Piel que habito” de Almodóvar. Lo siguiente fue una modelo que llevaba una sombrilla oriental de papel mientras lucia un vestido amplio de color rojo que sería completamente minimalista si no fuera por las flores bordadas en un costado. El desfile fue una seguidilla de esta técnica puesta vestimenta de molderia simple donde el túl, jersey y crumi juegan a ser el guardarropa de una geisha moderna. Es que el libro “Memorias de una Geisha” es la inspiración directa para la creación de esta colección conocida como “La Oriental”. Oriente para las orientales.

Mascarillas en la pasarela y accesorios orientales. Foto: @Cecilia Nicora

Geishas contemporáneas que usan polleras de tejido de punto, estampas y bordados. Foto: @Cecilia Nicora

Cierre del desfile. Foto: @CeciliaNicora

Al salir del desfile me di cuenta de que la gente ya se estaba acumulando en el recinto, tenía que ver la nueva zona que se añadió este año, ubicada en el salón “Los Abetos”. Al pasar un gran pasillo construido con paredes de lona transparente y piso de madera llegué a lo que es una cafetería que servían desde sandwiches de los mas variados junto con bebidas, medialunas y demás. Me encontré que hay dos marcas importantes, Pastiche, con una colección de trajes de baño muy solicitada y Mutma, repleta de mujeres probándose zapatos para poder comprarlos. Hacia atrás se encuentra Santo Mar, creado por dos hermanas. Han estado varias veces en Punta del Este, saben lo que necesita el consumidor en verano. Por ejemplo, tienen buzos de tejido de punto de colores oceánicos para que los turistas puedan llevarse a su lugar de origen. Colocar la lana como material todo el año es algo inteligente.

Otro desfile, otra fila. Esta vez con Cecilia nos pusimos en un lugar más cómodo, luego de saludar a otra amiga que no veía hace mucho se me acercó Mónica Zanocchi junto con su amigo, el periodista detrás de “The Style Gazzette”. Veo que estaba muy contenta, sus ánimos la destacaban de la gente que nos estaba rodeando, supongo que por su herencia brasileña. La charla se volvió amena e intercambiamos buenos comentarios. Le pregunté sobre cómo va la Moweek, ella me respondió que todavía arreglando unas cosas para el final, pero viento en popa. La marca Savia nos congregó a su desfile. Se decoró con cortinas de hojas alrededor de la pasarela y dentro de ella dos plataformas. Me fascina que las dueñas sigan los lineamientos arquitectónicos de Le Corbusier para todos sus diseños. Las melenas de ondas relajadas de las modelos se decoraron con hojas mientras en apariencia tan etéreas se posaban en las plataformas mencionadas e intercambiaban lugar. Las siluetas fueron tomadas de los años ´30, ´40 y ´50 para ser desestrcturadas y llevadas al minimalismo. Los materiales naturales como el lino hacen que tomen un carácter distinto a lo visto antes. Los colores lila, rojos, caqui, blanco perla e incluso amarillo seco le dan el destaque necesario a kimonos, slip dresses, camisas largas entre otros. Su calzado no quedó atrás, sandalias funcionales otorgaron frescura en contraste de zapatos de taco cuadrado que aportaron seriedad. En el final el vestido blanco de una modelo fue intervenido con pintura del color de la misma paleta que la colección, cerrando una experiencia que nos hizo acercar a la simpleza de la naturaleza.

La primera parte de la colección se lleno de diversas creaciones en blanco. Foto: Cecilia Nicora

Savia aprovecha la oportunidad para presentar variedad a su repertorio. Foto: Cecilia Nicora

 

Ya fuera de Savia volví a Los Abetos, había cada vez más gente y se empezaba a complicar para pasar. El consumo es algo urgente que no puede esperar. Me sirvieron un poco de Martini Bianco con tónica en el stand de la marca y me dispuse a seguir recorriendo. Me encontré con la dueña de una marca que es nueva aquí, se llama Mamushka. La diseñadora, por el contrario, tiene un trabajo de 25 años arriba. Me comentó que en sí sus diseños no han cambiado mucho, sólo les ha agregado detalles para hacerlos novedosos, puesto que se venden tanto o más que antes. Esto habla de dos cosas: que todo siempre vuelve y que al uruguayo le cuesta salir de lo conocido. Sus productos son lindos por demás, cuanto más pequeña sus carteras más quiero comprarlas. Es interesante ver cómo se encuentran diferentes formas de negocio en un sólo lugar. Están los nuevos, los de siempre y los que intentan otra vez.

Uno de los mejores modelos de la marca, con variedad de opciones. Foto: Cecilia Nicora

Los modelos de Mamushka en color verde lima fueron de los más comprados. Foto: Cecilia Nicora

Ya eran casi las 20:00 horas y un montón de personas, vestidas de forma extravagante pero planeada al detalle, se congregaron a las afueras del lugar. Gracias a Dios por estas personas, sino me perdería en un mar de gente exactamente igual, algo muy tedioso. Se presentó el desfile de Proyectarse, plataforma que apoya a tres emprendimientos diferentes para desfilar. El primero fue Rhoda, linda paleta de colores, de la que me gustó mucho una pollera con corte geométrico, pero entre layering y volados no se diferenció mucho del resto. Le siguió Santo Mar, ofreciendo una opción bastante completa con off-shoulder, camisas y bañadores como protagonistas, como dije, saben de qué se trata el verano. Tavo García fue el último, pero el más esperado, en especial por la horda de hipsters que vinieron. Cuando vi el primer estilismo de su línea supe que ahí estaba mi nuevo look: camisa deformada, más amplia en un lado y short negro con lazo. La colección se llama “Aguaviva”, es una amalgama de androginia pura en colores neutros, vestidos tornasolados, un bolso en forma de aguaviva y transparencias de túl que parecen emular esa característica del animal en cuestión. Se llevó los aplausos de todos, repetidas veces.

Top con capa y escotes creativos ayudaron a darle “vuelo” a la colección de Rhoda. Fuente: Moweek

Off-shoulder y bañadores de una sola pieza: ya dos clásicos de esta temporada propuestos por Santo Mar. Foto: Moweek

Top y un blazer largo para las más elegantes. Foto: Moweek

Estilismos completos para disfrutar de la costa. Foto: Moweek

Tavo García lleno de originalidad la pasarela: Foto Cecilia Nicora

Una vuelta de tuerca al asunto. Foto: Cecilia Nicora

El look de vestido asimétrico y maletín aguaviva fue tal vez lo mejor de toda la jornada. Foto: Cecilia Nicora

La experiencia de la Moweek me dejó agotado, tanto que no aguanté al cierre de Srta. Peel, la embajadora de esta edición. En mi cabeza, mientras me iba en el auto con Cecilia, me viajaba en la mente una imagen de una semana de la moda con más pasarela que showroom, cosa que no ocurrió aquí. El evento se volvió un pilar para todos porque es algo destacado tenerlo en el país, lo que me aterra es que el showroom se coma a la pasarela de forma definitiva. No se puede hacer moda sin ventas, pero tampoco sin desfiles. Es la plataforma por antonomasia de llegar a difundir el trabajo de un diseñador. Los organizadores ya resolvieron el tema del poco espacio tan criticado desde el año pasado, van los cambios de a poco. Son necesarios, como el aire que se respira.

source http://segundoenfoque.com/moweek-lo-mejor-pasa-el-domingo-18-284232/