Uruguay.- Dos de cada tres ciudadanos privados de libertad son reincidentes y la gran generalidad de los reclusos carecen de las capacidades básicas necesarias para conseguir una participación social plena, según reveló el informe Privación de Libertad y Reinserción Social en Uruguay realizado por el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) y por el Banco de Desarrollo de América Latina.
El informe, que tuvo como estudioso primordial al ex delegado parlamentario para el sistema carcelario, Álvaro Garcé, advirtió que la población penitenciaria continúa progresando en Uruguay pero el Estado no ha “delineado el marco institucional, ni ha conseguido la calidad de gestión necesarios para medir esta tendencia”.
Según reseñó el portal El Observador de Uruguay, debido a esto el escenario del sistema carcelario es “insostenible“. “Hacinamiento crítico, ocio apremiante y medidas de violencia sin precedentes, son ciertos de los rasgos alarmantes de las cárceles uruguayas“, agregó el informe. Uruguay se halla entre las naciones con mayor canon de homicidios entre personas privadas de libertad.
“Las penitenciarías charrúas no habilitan ni rehabilitan”, apuntó el informe mostrado este martes.
Al mismo tiempo, recordó que únicamente cuatro de cada diez penados poseen condena, por lo que la gran generalidad se encuentra cumpliendo calabozo preventivo. En ese sentido el informe reprocha la tendencia de los juzgados a enjuiciar con prisión preventiva en casos que no lo merecen, y puntea contra la duración de los procedimientos penales.
El informe igualmente señaló las “serias privaciones” de infraestructura y sanitarias. Varios centros no efectúan con las “condiciones mínimas de habitabilidad” y una “alta proporción” de reclusos se alberga en pocos centros donde la representación de presos supera crecidamente la cantidad de plazas disponibles. Igualmente señala significativos niveles de co-infección por la patología de tuberculosis y VIH, consumo masivo de drogas y pacientes psiquiátricos sin tratamiento o tratamiento incongruente.
El documento hace ahínco en las equivocaciones del sistema a la hora de reinsertar a los penados. “El procedimiento penitenciario charrúa no es capaz de abastecer a los internos de las habilidades y los patrones de conducta necesarios para no volver a incidir en delitos”, apuntó. Menos de la mitad de los presos trabaja y únicamente uno de cada diez trabaja y estudia, según las cifras manejadas.
source http://segundoenfoque.com/psicotropicos-y-enfermedades-acosan-a-carceles-de-uruguay-08-354265/
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