Canadá.- Aunque no es la capital de Canadá, Montreal es sin duda la ciudad más importante de este país.
En el viejo Montreal podrá ver la herencia colonial francesa reflejada en sus calles y edificaciones. Está ubicado a las orillas del río Saint Laurent, y aunque no es muy grande, tiene una presencia imponente.
Hay mucho que ver en Montreal, pero es mejor viajar en verano
Es posible recorrerlo completamente a pie, caminando por sus calles estrechas y empedradas. No deje de ver la Plaza de Armas, la Basílica de Notre Dame, la estatua a Maisonneuve, el fundador de Montreal, el Puerto, la Rue Saint Paul y la Place Jacques Cartier.
El Mont Royal es una colina en pleno centro de la ciudad que le dio el nombre original a la metrópolis. En sus laderas podrá visitar varios parques y áreas verdes ideales para hacer senderismo. Desde allí podrá tomar hermosas fotografías panorámicas de Montreal.
Al Mont Royal se sube caminando por los senderos internos del parque, o por las escaleras separadas en varios tramos para facilitar la ascensión.
Le recomendamos ir a la Basílica de San José del Mont Real, una de las mayores iglesias católicas de Canadá.
Los festivales callejeros son comunes en la ciudad. Si se topa con alguno no deje de disfrutarlo. Los más conocidos son los que se realizan en el Boulevard Saint Laurent en el mes de agosto.
Antes de seguir su recorrido, tómese un descanso y disfrute de una poutine, un plato típico de Canadá elaborado a base de salsa de carne, papas fritas, pedazos de queso y otros ingredientes a libre elección. Es excelente para entrar en calor durante el gélido invierno canadiense.
En el barrio Plateau Mont Royal podrá ver las casas tradicionales canadienses, pequeñas y con escaleras exteriores de hierro. Abundan los cafés y las tiendas de moda.
La Rue Sainte Catherine es un punto concurrido en Montreal. Allí están por un lado, el barrio LGBT de la ciudad y los grandes centros comerciales por el otro.
Es posible patinar sobre hielo todo el año. Visite la pista ubicada en frente de la salida del metro Bonaventure.
Las islas Sainte Helene y Notre Dame forman el parque Jean Drapeau. En Sainte Helene se celebró la Exposición Mundial de 1967, que dejó como regalo a la ciudad la Biosphére, un museo dedicado al agua y la naturaleza. También cuenta con una playa artificial. En Notre Dame está ubicado el circuito de Fórmula 1 y un renombrado casino.
Si tiene tiempo acérquese a lo que fue la villa olímpica, usada durante los Juegos Olímpicos de 1976, el antiguo velódromo y algunas otras estructuras que todavía permanecen en pie.
La ciudad subterránea es una red de pasillos que conectaba los sótanos de los principales edificios de oficinas, centros comerciales y estaciones de transporte, para ser usados durante el crudo invierno.
No pase por alto la Torre de Montreal, emblema de la ciudad. Con un ángulo de inclinación de 45 grados y 165 metros de altura.
Habitat 67 es otro sitio curioso. Se trata de un edificio residencial extraño y singular, que le permitirá tomar curiosas fotografías.
Si viaja en verano, la ciudad es mucho más amigable que en invierno. Las bajas temperaturas a veces impiden los recorridos a pie. Le recomendamos tomarlo en cuenta a la hora de planificar su viaje.
source http://segundoenfoque.com/montreal-un-pedazo-de-francia-en-america-11-330084/
No comments:
Post a Comment