Francia.- Las votaciones francesas se encuentran preocupando a los inversionistas en deuda, más que el Brexit. Aunque los establecimientos de calificación ven muy pocas oportunidades de que la República Francia o Gran Bretaña vayan a la quiebra, ya cuesta más afianzarse contra un default galo que contra uno anglo. El margen para depreciar su moneda es lo que otorga la ventaja al Reino Unido.
Según reseñó el portal web de ABC, los swaps (contratos financieros) de inobservancia crediticia (CDS) franceses a cinco años, permanecen en torno a los cuarenta puntos básicos. Los CDS cotejables del Reino Unido se encuentran en veintiocho puntos fundamentales. Durante la mayor parte del segundo semestre del año 2016, resultó más importante afianzarse contra un impago británico, debido a que los inversores se concentraron en lo mucho que costaría sufrir su economía luego de salir de la Unión Europea. Durante los últimos dos meses, sin embargo, los nervios de las votaciones presidenciales francesas del pasado mes abril y mayo han pasado a primer plano.
Lo anteriormente dicho puede deberse a que los inversionistas se encuentren nerviosos después de que el Brexit y el nombramiento de Trump les atrapara por sorrea. Aun así, el costo de inobservancia crediticia deja de lado ciertos aspectos. Gran Bretaña y Francia poseen calificaciones crediticias muy análogas y niveles de compromiso en alusión al Producto Interno Bruto (PIB) comparables. Pero el Reino Unido desafía a un espacio mucho más largo y más profundo de irresolución. Resulta probable que las deliberaciones francesas acarreen muchos menos cambios.
Las encuestas exponen que la dirigente de la extrema derecha, Marine Le Pen, que ambiciona reintroducir una moneda nacional junto al euro, estará dominada por François Fillon, de centroderecha, que pretende someter el gasto público, o Emmanuel Macron, un reformador ex ministro socialista que actualmente es independiente. El aspirante socialista Benoît Hamon, de una izquierda más sustancial, no posee oportunidades, según las exploraciones.
No obstante, para los inversionistas en deuda, la significativa diferencia entre el Reino Unido y Francia es que el primero posee su propia moneda, lo que le consiente devaluarla para corregir dificultades, al tiempo que el segundo se encuentra atrapado en el euro. Recaudar en una moneda aminorada se encuentra lejos de ser lo ideal, pero es mejor que no atesorar nada.
source http://segundoenfoque.com/deuda-de-francia-preocupa-mas-que-el-brexit-49-320167/
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