Guayaquil.- Arrancó con un baldazo, dominó, aguantó y el Millonario se quedó con 3 puntos claves que lo dejan a un paso de los octavos de final. Fue 2-1 sobre Emelec y ahora mira el campeonato.
Alario lo tenía en la cabeza en la semana : “Una victoria va a ser un alivio”. Y así actuó, en el peor momento de River, a los 35′ del segundo tiempo, para poner el 2 a 1 que lo deja a medio paso de la clasificación que le permita rotar en copa y apurar a Boca en el campeonato.
Pero el siempre importante gol del “13” no hubiese tenido la misma magnitud sino fuera por el siempre observado Batalla. 68′, 69′, 71′, 90′, ¡bingo! Augusto venía mirando de lejos el partido hasta que una seguidilla de situaciones lo fueron convirtiendo en figura, para llevarse un triunfo clave en una parada históricamente complicada para “la Banda”.
Y si el gol de Alario no hubiera sido tal sin la actuación de Batalla, el lucimiento del arquero no se hubiese notado si la defensa no sufriera prácticamente en cada avance serio del rival. Y cada situación del adversario no sería de riesgo si los centrales pudieran tapar las espaldas de sus laterales.
Esta vez, salvo en la parte media del primer tiempo, River careció de pensamiento y, sobre todo, de pensamiento lateral. No del que ejercita con la Dra. Sandra Rossi, que se evidencia en los anticipos de Driussi en los primeros 45′ o de Mora en el último gol, sino de aquel que Casco y Moreira entregan en cuenta gotas.
Los laterales de River tienen tres caras: defensa, ataque y definición. Ambos aprueban satisfactoriamente la intermedia siendo muy importantes, para abrir la cancha y sorprender, en partidos como el disputado en Ecuardor cuando los cerebros -Nacho y Rojas- no terminan de engranar.
La definición es la menos exigible, de lo contrario Casco no podría dormir por lo que marró en el minuto 67 al definir inexplicablemente de tres dedos cuando la jugada reclamaba cara interna. Sin embargo, Moreira hoy se anotó por primera vez en el marcador, atendiendo una pelota que quedó muerta en el área, tras un tiro libre lanzado desde la derecha.
Lo preocupante son sus espaldas, aunque también es atribuible a la intención que propone River de sumarlos constantemente por encima incluso de los volantes. Ya es frecuente ver a Nacho saliendo de falso “4” y al paraguayo esperar cruzando la mitad de cancha, mientras que Casco se acopla a la zona céntrica del medio. El problema es cómo retroceden tras sus incursiones ofensivas, lo que generalmente hacen mal, y cómo definen cada uno de sus avances.
Así Maidana, que además arrastra molestias físicas, no llega a cubrir al lateral de su banda y queda expuesto; mientras que Martínez Quarta, gracias a su juventud y enormes condiciones, se disfraza una y otra vez de bombero. Pero a veces el desacople defensivo general es tal que llegan goles como el de Emelec o salvadas como las de Batalla, que hoy se lució con sus achiques y reflejos con las piernas, como un defensor más. Ese que parece faltar para cubrir los espacios.
El 2017 muestra un River que, con las excepciones de Unión y Sarmiento, cuando juega bien gana y cuando no termina de conseguirlo también. Hoy el despliegue ofensivo se vio tras el primer sacudón al minuto hasta los 30′ de la primera parte y luego se sostuvo en su arquero y su siempre importante Alario para liquidar.
De esta manera el Millonario tiene puntaje ideal en la Libertadores y está expectante de clasificarse el próximo jueves, contra el mismo rival, en el Monumental para poner todas las fichas en respirarle en la nuca a Boca hasta final del campeonato, quedando por decantación entre los participantes del máximo certamen continental del 2018.
source http://segundoenfoque.com/con-batalla-river-dio-la-talla-en-la-copa-27-346770/
No comments:
Post a Comment